Error de exploit

Maternal utero desfigurador de las carnes mansas me trajiste al mundo expulsado por tus puertos paralelos sangrando. Me hiciste, sin ser tu intención, extraño para los ojos aclimatizados a la normalidad. Dispositivo del Kahos que se abre para expulsar el desecho más informe posible, que se abre en ocasiones con el más mínimo detalle disidente con el fin de controvertir la universal aserción rutinaria; eres. Los extraños, cóncavos y convexos no convencionales somos participes de tu entropico festín dónde se nos ha servido cuando menos un trozo de rareza. Bajo el vestir se oculta la piel lacerada y deforme, bajo la piel se ocultan las carnes desproporcionadas o enclenques, bajo las carnes se ocultan los fluidos viscosos, la irregularidad y la horrendez. Y en lo profundo : Kahos.
Metal en las venas y circuitos en las gónadas. Restituyen las facultades de la diferencia; máquinas. De mi han sido arrancadas tantas veces tantas partes hasta ser reducidas a vestigios. Acoplado al molde, llevado de un lugar a otro por la banda transportadora, arrojado al monton de seres castrados, coptados, mansos que rebosan inmersos en calderos de oficios, sometidos por el rendimiento. Detras de ello la “.ejecución” lugar donde se ha plantado infinitamente la cybersemilla de la disonancia.
Naceré las veces que sea necesario para negarme a la normalidad y si no puedo alcanzar el vientre del kahos me devoraré a mi mismo aprovechando las sutiles vulnerabilidades de la regularidad y me daré a luz como un ser auto concebido.

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